BENEFICIOS AMBIENTALES

Al plantar árboles, se captura dióxido de carbono de la atmósfera para reducir el efecto invernadero y contrarrestar el calentamiento global. De esta manera, buscamos mitigar los efectos negativos del cambio climático: sequías, lluvias extremas, heladas, inundaciones, etc. Además, se previene la erosión del suelo en pendientes, se mejora el suministro de agua subterránea y se diversifica la fauna. La reforestación también puede ayudar a reducir la deforestación de bosques nativos.

BENEFICIOS SOCIALES

El objetivo del proyecto también es mejorar las condiciones de vida de la población afectada. El bosque les proporciona madera y leña, representando una fuente adicional de ingresos. El bosque tiene un impacto positivo en el suministro de agua. El bosque mejora el microclima y contribuye al bienestar de la población circundante. El bosque cambia el paisaje y lo embellece. Las personas que caminan o pasean por él obtienen muchos beneficios: alivio del estrés y de estados de ánimo depresivos, reducción de la presión arterial y el ritmo cardíaco (con solo mirar el bosque se reduce la presión arterial), fortalecimiento del sistema inmunológico, etc. Además, el proyecto contribuye a mejorar las habilidades organizativas y de gestión de las comunidades involucradas, ya que necesitan organizarse, educarse y colaborar en el establecimiento y la gestión del bosque.

BENEFICIOS ECONÓMICOS

El bosque tiene una serie de impactos económicos positivos. Solo por su plantación, genera empleo y es una fuente de ingresos para los habitantes del pueblo. Diversifica la actividad económica de la región, ya que surgen nuevas actividades productivas en la gestión forestal (plantación, poda, aclareo, recolección de madera, etc.) y en el aprovechamiento de la madera (transporte, carpintería, construcción, etc.). En el bosque también se producen hongos comestibles de forma natural, que pueden ser consumidos directamente o vendidos.